avanzando suesa

Avanzando sin parar, llega el 24…

No sé cuánto llevo avanzando, por mucho que se investigue es difícil de precisar. ¿Existirá un número que me refleje? ¿Habrá una cifra que me identifique? No lo sé.

Solo sé que no he tenido ni un momento de descanso, siempre hacia adelante, pariendo un presente constante,… lo cual está muy bien pero… no sé, me falta hondura, profundidad,… sentido. No tengo pasado ni futuro, eso es solo memoria y proyección. Humo.

Pero… me han dicho que esta noche será distinta. ¡Distinta! ¡¡Distinta!! Después de tantas noches, de tantos días, después de tantos soles y tantas lunas sin variar el ritmo.

Esta noche pararé mi camino. Descansaré, aunque solo sea un momento. ¿Será breve o largo? ¿Y cómo se mide eso?

Por un momento frenaré mi carrera y me sumaré al acontecimiento.

Me dicen que sucederá algo que me cambiará, que me pondrá a cero. A partir de ahí todo se contará de manera diferente, habrá un antes y un después, una inflexión en la línea.

Y ha de ser así, porque veo que las hermanas trinitarias de Suesa andan de preparativos.  El monasterio está lleno de idas y venidas ultimando detalles: decoración (¿»de-corazón»?), cena comunitaria, calenda de Navidad, ensayo de villancicos, flores, Misa de Gallo…

Se rumorea por ahí que va a nacer el Creador, ¡oh, misterio!

¡Mi Creador! Cómo no parar e inclinar mi esencia ante Él.

Por lo visto con Él comienza una nueva época. Y recibiré un nombre nuevo. Ya no seré «Tiempo Cronológico» (de los «Cronológicos» de toda la vida). No. Ahora seré «Tiempo de Kairós», o más hermoso aún: «Tiempo de Dios». Queda muy elegante, desde luego. Y por fin lograré la hondura.

Hoy, a las 00:00 h, yo, el Tiempo, me paro, descanso y comienzo de nuevo.

Párate conmigo.

Respira.

Comienza la Vida.