Hospedería Monástica

La hospedería de un monasterio es, probablemente, el lugar ideal para poner en marcha la vida, no solo para detenerla y observarla, sino para empujarla e impulsarla.

El silencio, el Misterio, la oración de las hermanas y de los otros huéspedes, el contacto con la naturaleza, la extensión del tiempo… todo ello hace que el corazón retome con fuerza su misión y reconduzca la vida.

Espacio para

descansar,

para ahondar en la belleza del interior,

para reflexionar, orar, celebrar,

dar gracias y plantearse cuestiones.

Posibilidades

Nuestra hospedería  es de estilo rústico, con capacidad para 45 personas, en habitaciones dobles e individuales, con cuarto de baño completo en cada una de ellas y calefacción.

Dispone de  diferentes salas, según las necesidades de los huéspedes. Existe la posibilidad de conexión a internet.
Es un alojamiento cómodo y sencillo, con facilidad de acceso y de aparcamiento, con zonas verdes para pasear, leer, disfrutar de la tranquilidad del entorno y de su silencio.

Un lugar donde el tiempo se disfruta, un lugar que enamora. De esta forma acogemos a quienes de alguna manera se quieran acercar a experimentar una forma de vida inundada de sosiego, de calma, que ayuda a vivir más conscientemente a lo largo del día.

La Comunidad se enriquece con la participación de los huéspedes en nuestra oración, por eso os invitamos a compartir y celebrar nuestra fe.

La comunidad te abre las puertas de la hospedería y con ello te invitamos a hacer experiencia de nuestro estilo de vida sencillo de trabajo y oración. Por esta razón, los huéspedes participan activamente de las actividades domésticas: entre todos se pone la mesa, se recoge, se friega y se deja barrido el comedor. Así mismo, cada huésped se encarga de la limpieza de su habitación, de hacerse la cama y de cuidar del orden y aseo de los lugares comunes.

Pensamos que estas pequeñas tareas domésticas ayudan al encuentro con Dios, con uno mismo y con los demás. El trabajo doméstico nos une a todas las personas que trabajan para ganar el pan diario y también con nuestro Dios Creador.

La comida que ofrecemos es la misma que come la comunidad, somos una comunidad pequeña y NO PODEMOS TOMAR LA RESPONSABILIDAD DE ATENDER A DIETAS ESPECIALES, si tienes alguna duda respecto a esto consúltalo con la hermana hospedera.