
15 Jul Proyectar algo nuevo, mirar más allá
Hemos vuelto a abrir la hospedería tras estos meses de confinamiento. La hemos abierto con prudencia, acogiendo solo la mitad de los huéspedes, procurando mantener todas las indicaciones que se sugieren en materias de higiene, distancia y demás.
No es fácil.
Tampoco es cómodo.
Pero es necesario.
Necesitamos abrir la hospedería porque es nuestro trabajo. Sabemos de muchas personas que están pasándolo mal por temas económicos, somos afortunadas por poder reanudar la dinámica de la casa, con las variaciones necesarias. Confiamos en poder seguir así durante bastante tiempo, aprendiendo del trabajo manual, del servicio de acoger…
Pero también abrimos la hospedería porque sabemos de otras personas que necesitan de un espacio como el que queremos ofrecer, un lugar de descanso, silencio, oración. Un lugar para encontrarse con Dios, y para poner en orden mucho de lo vivido en los meses pasados.
Otras personas quieren venir porque necesitan proyectar un nuevo estilo de vida, porque lo que han tenido hasta ahora ya no les resulta válido, ni responsable. Para esto necesitan, nos dicen, el silencio de la casa, la belleza de la creación, la oración compartida.
Recibimos personas que han sufrido mucho en estos meses. Algunas están en procesos de duelo. Otras, en cambio, han experimentado el vacío absurdo, la soledad que muerde, el miedo que desencaja el alma.
Todas estas emociones necesitan ser colocadas y reconducidas.
Por eso abrimos, para seguir acompañando y compartiendo la vivencia de nuestras hermanas y hermanos.
También nosotras tenemos nuestras vivencias, no somos meros receptáculos de experiencias ajenas, que acogen palabras y palabras. No somos vigilantes de un sepulcro vacío. Somos mujeres que queremos ayudar a hacer la transición de la voz a la Palabra. El paso del Juan que grita al Jesús que pronuncia.
Compartir en este espacio sagrado, habitado por Dios Trinidad, nos ayuda a mirarnos desde más adentro, a escucharnos desde más atrás.
Bienvenida.
Bienvenido.
Oremos junt@s. Necesitamos miranos como herman@s.