
10 Ago TRANSPARENCIA
Hoy toma conciencia de mi agua turbulenta,
metáfora de mi vida revuelta y agitada,
una llamada a convertirme en agua transparente,
a no aparentar sino a transparentar,
a vivir en autenticidad.
Una invitación a vivir en calma,
en consciencia y en presencia
para llegar a la hondura del ser,
al núcleo donde habita el verdadero Amor.
Hoy acepto la llamada, la invitación a vivir en coherencia
en mi pensar, sentir y hacer,
sin procrastinar lo esencial
y desde allí transparentar mi ser.
Hoy doy el primer paso firme sin titubear
en la presencia del Dios Trinidad.
Es un regalo que se me ofrece en Suesa
y que acojo con el alma agradecida
en la presencia también de María.
Soy cuerpo de Cristo
que a veces mancillo,
tomar conciencia de esta realidad
me hace anhelar la humildad:
ese andar en verdad, en bondad y en belleza.
Experimentar que en mi caos
también está el aliento de Dios,
me llena de esperanza
pues sé que si me dejo conducir por su aliento
me llevará a vivir en el COSMOS,
en el orden sagrado de Dios.
Ese impulso me da fuerzas,
es un latido de corazón a Corazón,
un compromiso mutuo con fecha de inicio
en el que me siento sostenida
por el Dador de la Vida.
Hoy digo Si, hágase según tu Palabra,
dejo ya de controlar,
cambio la rigidez por la flexibilidad
y comienzo a confiar.
Imprescindible en este camino
dedicarle tiempo a la escucha activa,
a lo que estoy sintiendo y estás sintiendo,
a dejar emerger mi inconsciente
y abrazar lo que encuentre en él
a fin de poderlo traspasar,
es un largo proceso que lleva toda la existencia:
aprender, desaprender, volver a aprender.
Merece la pena este caminar consciente,
muchos caminantes iniciamos este peregrinar,
no exento de dificultades e infidelidades,
cuando nos encontramos, nos reconocemos, nos apoyamos
y formamos Comunidad.
Cuando miramos la existencia
miramos a Dios,
Dios no existe separado de nosotros,
esa es la gran noticia para el ser humano:
“Dios es con nosotros” .
La vidriera de la Trinidad
es transparencia del Dios Trinitario,
su reflejo no siempre es el mismo,
es luz que danza en la diversidad.
Yo también soy icono de Dios
invitada a transparentar su luz
y a danzar en su diversidad.
La mirada del icono me traspasa,
llega a la profundidad de mi alma,
toca mi vulnerabilidad
y me dejo acariciar en la mirada redentora
de la Santísima Trinidad,
aun así la tentación sigue acechando a mi puerta,
esa es mi realidad,
es sutil, necesito del desierto espiritual
y de un mayor autoconocimiento
para afrontarla y poderla atravesar,
escuchar con serenidad
lo que Dios me quiere mostrar
sin resistencia a su voluntad.
La oración contemplativa,
cuando la experimento,
me conduce a la Paz y a la Libertad,
es a esa contemplación a la que estoy invitada:
“Tú en mí, yo en Ti”,
a la no separación de la vida en su totalidad.
(C.M. 05- 07- 2023)
Este texto es el testimonio de una de las personas que participaron en la semana de retiro vivida en el monasterio el pasado mes de julio.