necesitaron suesa

TRANSPARENCIA

Hoy toma conciencia de mi agua turbulenta,

metáfora de mi vida revuelta y agitada,

una llamada a convertirme en agua transparente,

a no aparentar sino a transparentar,

a vivir en autenticidad.

Una invitación a vivir en calma,

en consciencia y en presencia

para llegar a la hondura del ser,

al núcleo donde habita el verdadero Amor.

Hoy acepto la llamada, la invitación a vivir en coherencia

en mi pensar, sentir y hacer,

sin demorarlo ya más,

sin procrastinar lo esencial

y desde allí transparentar mi ser.

Hoy doy el primer paso firme sin titubear

en la presencia del Dios Trinidad.

Es un regalo que se me ofrece en Suesa

y que acojo con el alma agradecida

en la presencia también de María.

Soy cuerpo de Cristo

que a veces mancillo,

tomar conciencia de esta realidad

me hace anhelar la humildad:

ese andar en verdad, en bondad y en belleza.

Experimentar que en mi caos

también está el aliento de Dios,

me llena de esperanza

pues sé que si me dejo conducir por su aliento

me llevará a vivir en el COSMOS,

en el orden sagrado de Dios.

Ese impulso me da fuerzas,

es un latido de corazón a Corazón,

un compromiso mutuo con fecha de inicio

en el que me siento sostenida

por el Dador de la Vida.

Hoy digo Si, hágase según tu Palabra,

dejo ya de controlar,

cambio la rigidez por la flexibilidad

y comienzo a confiar.

Imprescindible en este camino

dedicarle tiempo a la escucha activa,

a lo que estoy sintiendo y estás sintiendo,

a dejar emerger mi inconsciente

y abrazar lo que encuentre en él

a fin de poderlo traspasar,

es un largo proceso que lleva toda la existencia:

aprender, desaprender, volver a aprender.

Merece la pena este caminar consciente,

muchos caminantes iniciamos este peregrinar,

no exento de dificultades e infidelidades,

cuando nos encontramos, nos reconocemos, nos apoyamos

y formamos Comunidad.

Cuando miramos la existencia

miramos a Dios,

Dios no existe separado de nosotros,

esa es la gran noticia para el ser humano:
“Dios es con nosotros” .

La vidriera de la Trinidad

es transparencia del Dios Trinitario,

su reflejo no siempre es el mismo,

es luz que danza en la diversidad.

Yo también soy icono de Dios

invitada a transparentar su luz

y a danzar en su diversidad.

La mirada del icono me traspasa,

llega a la profundidad de mi alma,

toca mi vulnerabilidad

y me dejo acariciar en la mirada redentora

de la Santísima Trinidad,

aun así  la tentación sigue acechando a mi puerta,

esa es mi realidad,

es sutil, necesito del desierto espiritual

y de un mayor autoconocimiento

para afrontarla  y poderla atravesar,

escuchar con serenidad

lo que Dios me quiere mostrar

sin resistencia a su voluntad.

La oración contemplativa,

cuando la experimento,

me conduce a la Paz y a la Libertad,

es a esa contemplación a la que estoy invitada:

“Tú en mí, yo en Ti”,

a la no separación de la vida en su totalidad.

                                        (C.M. 05- 07- 2023)

Este texto es el testimonio de una de las personas que participaron en la semana de retiro vivida en el monasterio el pasado mes de julio.