sonrisa

Tenemos, por lo menos, un superpoder

Estamos en el tiempo de la sonrisa, no lo olvides.

La Pascua es el tiempo de la Luz y de la luz, la que nos llega y la que entregamos. Y eso es la sonrisa, un espacio de luz que palpita y en el que se puede habitar porque en él respiramos vida entregada. Pascua es sinónimo de sonrisa.

De niñas/os soñamos con tener superpoderes, con hacer grandes cosas a nuestro alrededor.  De adultas/os descubrimos que nuestra sonrisa puede provocar una tempestad de armonía y calidez.

No siempre usamos este superpoder. Miramos de reojo la tentación de la tristeza, del victimismo o de la penumbra. A veces es más fácil esperar que nos sonrían que sonreír nosotras/os.

La que está a tu lado también necesita tu sonrisa, la calidez de ese lugar, la luz de la Pascua en tu rostro.

No sé si en los evangelios encontramos a Jesús sonriendo, pero sí debía de ser un tío majo, a juzgar por su capacidad para relacionarse. Imagino que sonreiría. Imagino que así sería su mirada cuando Pedro lo negó, una sonrisa en los labios, o en los ojos, o en las manos (se puede sonreír con cualquier parte del cuerpo).

En estos últimos días de Pascua podemos practicar nuestro superpoder, y sonreír, hasta ver cómo la otra lo hace también.

Podemos transformar el ambiente, volverlo luminoso, sobre todo los ambientes más cotidianos. En vez de sumar negatividad, queja o “mal rollito”, podemos conseguir que la gente se relaje, que respire con paz, que se ría y sonría.

Creo que la sonrisa es la imagen más perfecta de Dios. Nada de ceño fruncido o mirada torva. Ya lo dice el salmo 2: “el que habita en el cielo sonríe…”

Cuando decidimos ser cristianas, cuando optamos por ser seguidoras del Maestro, optamos por entregarle nuestra vida (ya hablaremos de esto otro día).Y sí, entregar la vida es también entregar la sonrisa, hasta que nos duelan los mofletes.

Si tú necesitas mi sonrisa, si la agradeces y la buscas, piensa que a mí me pasa  lo mismo.

Sonríe, anda. Sí, ahora, sonríe, y si tienes a alguien al lado, sé para ella luz y espacio de vida.