
02 Mar Carta dirigida a mis demonios
A mis demonios, que no paráis de entrar y salir de mí.
Qué bien cuando todo va bien. Cuando nada amenaza mi paz, ni por fuera ni por dentro. Pero no todos los días son soleados por estas latitudes. Y estoy aprendiendo a “gestionar” mis días nublados y a protegerme y tomar medidas para los días de lluvia o nieve.
Además algo quiero dejaros claro cuanto antes: os tengo identificados a varios. En general descendéis de un padre común, el Miedo. Y, aunque presentáis aspectos distintos, se os nota el parecido.
A ti, Dolor, que acechas mi vida y las de mis seres queridos te diré que voy subiendo mi umbral de tolerancia. Durante mucho tiempo has despertado el gorila que llevo dentro (tal vez mi cerebro reptiliano es “goriliano”). Y me ha dejado mal sabor de boca. He leído cómo te veía venir aquél profeta, hijo de un carpintero de Nazaret. No te evitaba, antes bien te afrontaba dispuesto a triunfar ante ti. Y eso hace crecer mi esperanza de superarte también yo.
Tú también, Error, vas perdiendo terreno. Cada vez que me sales al paso aprendo. Así que te voy perdiendo miedo y ya hace tiempo que no me paralizas. Y me vacuno formándome con la avidez de un parvulario para evitarte y perderte el miedo.
Otros que andáis por ahí, Soledad, Orgullo, Vergüenza, Prestigio ya os vencí hace tiempo. Aunque sigáis rondándome ya no noto vuestra influencia. He aprendido a “vivir con vosotros” y eso me impulsa a seguir afrontando a vuestros parientes.
¡Pereza! Sí, sí tú, no mires hacia otro lado. Ya sé que tú no eres de la familia de los “Miedos”. Pero a ti también te tengo “calada”. He cambiado mi dieta por alimentos ricos en Disciplina, (que tiene nombre de medicamento). Cada vez me afectas menos. Y no esperes que baje la guardia. Que te pones muy pesada y muy a menudo.
Sabed todos, demonios míos, que Jesús, mi hermano mayor, me sigue ayudando a identificaros y sobrepasaros. No todo está conseguido pero Él os venció, os expulsó, os mantuvo a raya. Pues bien, a su lado no voy a cejar en el empeño. Sé que no vais a desaparecer. Aprenderé a vivir con vosotros pero sin que vuestra acción me condicione. Tengo el mejor maestro.
T.G
Agradecemos a T.G. que haya querido compartir su «carta a los demonios» escrita a raíz del pasado retiro online de cuaresma que tuvimos desde Suesa.