libertad suesa

Profeta de la libertad…

…testigo de la libertad.

17 de diciembre. El protagonista es el hermano Juan, el hermano  Juan de Provenza, Juan de Mata, el fundador de la Orden de la Santísima Trinidad para la redención de los cautivos.

Nuestro corazón vuelve hoy a aquella intuición de hace más de 800 años con la que el hermano Juan quería rescatar a los cautivos presos en tierras mahometanas, con el riesgo de perder la fe.

Hoy es muy fácil perder la fe. Tenemos tantos estímulos contrarios a la fe, a la confianza, que rsulta un tesoro de gran fragilidad.

Nos es más fácil caer en la esclavitud de las cosas, de los afectos desordenados, de los rencores que mimamos, de los miedos,…

Juan nos invita a caminar hacia la llibertad que nos permite afianzar la confianza. Sin fe… ¿adónde vamos? Fe en las hermanas y hermanos, fe en la bondad del género humano, fe en la verdad de nuestro corazón, fe en Dios.

Dios… a veces es lejana esa palabra, pero… ¡tenemos tantos testimonios de su presencia! Y Juan de Mata, profeta de la libertad, es uno de ellos. Su fe habla con firmeza de la presencia de Dios en la luz y en la oscuridad. Porque Dios es luz, luz que se abre paso en la oscuridad, para que pierda fuerza.

Toda la familia trinitaria afilamos hoy las tenazas de la entrega, la respuesta, la inquietud y el deseo de ser fieles, para así pdoer cortar las cadenas que atan y limitan, que nos atan y nos limitan, en tantos aspectos de la vida.

Dios Trinidad suscitó un hombre, de nombre Juan, que dejó de la lado los honores de su cátedra de teología en París para perderse en un lugar retirado y solitario y preguntarse, como las gentes del evangelio: «y yo, ¿qué tengo que hacer?»

Hermano Juan, bendita tu intuición, empújanos popr el camino de la comunión que nos libera.

Feliz día.