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Qué es una hospedería monástica: pinceladas

Qué es una hospedería monástica hoy.

¿Qué misión sigue teniendo la hospedería monástica?  ¿Tiene razón de ser? Está claro que la función principal de las hospederías no es la de la mera economía.

Los monasterios son autónomos y esto conlleva que el estilo de cada hospedería depende del propio estilo de la comunidad. Pero aún así, no difiere tanto de la de la época medieval.  Elementos esenciales como el simple, pero a veces olvidado, hecho de que el huesped comparte la vida de los monjes, monjas, (esto implica, lógicamente, que hay de facto, una comunidad monástica), la acogida por parte de la comunidad en la persona del hospedero/a, la invitación a celebrar con los monjes, monjas; la invitación al silencio, a la escucha de sí y del Otro,…siguen siendo igual de válidos que hace 800 años.

Las hospederías no son hoteles baratos, pero tampoco son casas de ejercicios, tienen un matiz propio, que es el que ha hecho que sigan existiendo.

 

  • Qué busca el huesped hoy

Es llamativo que, en un tiempo de increencia, de materialismo desmedido, de rechazo hacia la Iglesia (o, quizás más bien, hacia lo que de institucional hay en ella), de escasa práctica religiosa, etc., cada vez la sociedad demande más silencio, más interioridad. Por supuesto que no es un fenómeno de masas, pero sí que es un goteo lento aunque firme. Quienes vivimos en monasterios observamos el aumento del número de huéspedes que, por muy diversas razones, desean pasar un  tiempo, más o menos largo, en nuestras hospederías.

No siempre es fácil encontrar a Cristo en los huéspedes que comparten nuestra casa. Es cierto que hay mucha confusión entre lo que es caridad por parte de la comunidad religiosa y lo que es abuso por parte del visitante. La gratuidad y el “gratuísmo” se confunden. Pero, aunque en un primer momento el huésped no acuda a nuestra casa con pretensiones espirituales, rara es la persona que no tiene alguna dificultad que, en el tiempo que dura su estancia, aflora a la superficie de forma más intensa. Y, en muchas ocasiones, acaba comentándola con el hermano o la hermana hospedera, o con alguno de los integrantes de la comunidad.

Por eso, observamos que entre las razones por las que acuden algunas personas a las hospederías están:

  • la búsqueda de silencio, de soledad, para poder encontrarse consigo mismas, con su verdad;
  • la oración, tener un encuentro más profundo con Dios;
  • el deseo de anonimato, de alejamiento de la propia realidad;
  • la búsqueda de compañía;
  • el snobismo, el morbo…

Detrás de todas esas motivaciones hemos de ver la mano orientadora de Dios Trinidad.

Date la oportunidad de que Dios te encuentre en la hospedería de un monasterio.