Experiencia Navidad 2015

Experiencia y gratitud.

(Testimonio acerca de la experiencia que hemos compartido con un grupo de jóvenes en estos días de Navidad.)

Palencia, 30 de diciembre de 2015

Hoy he amanecido empapada de sentimientos de gratitud y de necesidad de Dios mientras recordaba la experiencia vivida durante estos días en Suesa…
Experiencia de reencuentro, de recordar (volver a pasar por el corazón), de despertar, de oración, de vida, de necesidad de Dios…

Experiencia de reencuentro…

Doy gracias a Dios porque siempre quiere reencontrarse conmigo. Doy gracias por su insistencia, porque Él siempre ha sabido ingeniárselas para mantener en mi esa inquietud a través de Jorge (mi marido), de la gente de La Salle y de tantas personas que Él ha puesto en mi camino y que realmente son reflejo de experiencia de Dios.
Pido perdón por haberme enfadado con Él cuando las cosas no han salido como yo he querido, por haberme distanciado de Él al no confiar en el camino que me estaba mostrando en mi afán de perseguir otras metas…
Y de nuevo hoy vuelvo a dar gracias porque, aunque yo haya rehusado encontrarme con Él en tantas ocasiones, Él no ha dejado de dar toquecitos en mi corazón como quien llama a una puerta esperando a que yo la abriese. Gracias porque no se cansa de quererme aun conociendo mis defectos e incluso tras los “plantones” que le he dado durante tanto tiempo.
Doy gracias a la Comunidad de Suesa porque simplemente “siendo” habéis conseguido que de nuevo haya abierto la puerta a Dios.

Experiencia de recordar…

Estos días ha vuelto a pasar por mi corazón el tiempo en que yo tuve un grupo Cristiano en el que apoyarme y con quien seguir creciendo en la fe. He recordado el compromiso fuerte que yo tenía con Dios hasta el momento en que pensé que Él me había abandonado al encontrarme tantas trabas en mi camino durante tanto tiempo…
Tiempo en que en realidad he estado demasiado centrada en mi misma, en dar pasos para alcanzar mis proyectos personales y sobre todo profesionales. Centrada en dar pasos por un camino que, aunque me haya llevado a alcanzar muchas metas a los ojos de los demás, para mi ha resultado ser angosto y arduo. Un camino que sé que no tiene sentido a los ojos de Dios.
Doy gracias porque en verdad hacía mucho (demasiado) tiempo (años) que no sentía esto. Doy gracias por dejarme interpelar nuevamente por Dios.

Experiencia de despertar…

Doy gracias por despertar de nuevo reconociéndome criatura que necesita a Dios en su vida; a Dios que me acompaña y que me guía aun no siendo consciente de ello; a Dios que se hace presente y me sorprende cuando menos lo espero, cuando más lo necesito.

Experiencia de oración…

Experiencia de vaciarme de ego y de llenarme de Dios. Experiencia de conocer a Dios a través de la Palabra; a Dios que me perdona, que me da pistas para que pueda reconocer la senda por la que quiere que camine, y que me tiende su mano a través de muchas personas esperando con paciencia a que yo tienda la mía y retome la marcha.

Experiencia de vida, de Dios…

“Delante del hombre están la muerte y la vida; le darán lo que él escoja” (Ecl. 15, 17).

Experiencia de redescubrir que Dios deja en mis manos la libertad de escoger entre la vida y la muerte, pero haciéndome saber al mismo tiempo que Él quiere que viva. Experiencia de Dios dándome aliento para permanecer viva.

Experiencia de necesidad de Dios…

Experiencia de sentir la necesidad de que el centro de mi vida sea Dios y no yo. Necesidad de Dios para vivir plenamente. Necesidad de oración para reencontrarme con Dios cada día, para conocerle, para hablarle y escucharle, para poder ser yo también reflejo de experiencia de Dios, pudiendo así ser sal y luz…

Alicia Camina Martín