
18 Oct De Lucas, el médico que escribió sobre Jesús
A todos l@s médicos que, como yo, se sienten cautivados, cautivadas, por la persona de Jesús de Nazaret y ponen sus dones al servicio del hermoso proyecto del Reino de Dios.
A todos los médicos que a pesar de la dureza del diagnóstico sabéis trasmitir esperanza mirando a los ojos con ternura.
A todos los que dedicáis tiempo a escuchar atentamente sin emitir juicios precipitados llenando de confianza a vuestros pacientes.
A todos los que habéis pasado noches sin dormir trastornados e inquietos por la salud de alguna persona enferma.
A quienes entregáis el regalo de una sonrisa de acogida serenando la incertidumbre de quien necesita vuestro saber.
A todos los que sois capaces de poneros en la situación de quien está frente a vosotros.
A todos los que os acercáis a la cama de un enfermo con el profundo respeto de quien sabe que se acerca a un terreno sagrado, frágil y vulnerable.
Seguid caminando por la senda de la humildad, sois aprendices del buen Dios que alienta en todas las criaturas.
Sois, como el Maestro, terapeutas, curanderos, sanadores que entregan lo mejor de sí mismos a quienes os reclaman desde la vulnerabilidad. Vuestra vocación no os pertenece, es para los demás. No olvidéis nunca que se os concede el sagrado arte de curar y aliviar el dolor de otras personas. Sed prudentes, el misterio de la vida y de la muerte no os pertenece, por eso no os dejéis endiosar, más bien, recordad esta sabia sentencia: cuanto más humanos, más divinos.
¡Feliz día de San Lucas, patrón de los médicos!