Historia de las Monjas Trinitarias

 El monasterio de Avingaña en es primer monasterio fundado por Juan de Mata en la península ibérica y en lo que en aquel entonces era la corona de Aragón. Unos años más tarde, en 1236, es cedido a doña Constanza de Aragón, hija de Pedro II de Aragón, para que funde unamonasterio de monjas trinitarias. Esta noble dama dedica desde entonces sus esfuerzos y su economía a dotar al monasterio de tierras y bienes suficientes para poder mantener una comunidad de doce monjas, como queda detallado en el documento de cesión del monasterio. Había quedado viuda del noble catalán Guillem Ramón de Moncada, senescal de Cataluña, es decir, la mano derecha del rey en los asuntos catalanes cuando el monarca se ausentaba de sus tierras. No vuelve a contraer matrimonio, sino que decide entrar en religión, y para ello elige la Orden de la Santa Trinidad. Su padre, el rey, junto con su abuela, la reina Sancha de Aragòn, habían estado presentes en la donación que don Pedro de Bellvis había hecho a Juan de Mata de la casa-torre de Avingaña. Esta viculación especial de su familia con el lugar, se ve fortalecida por el hecho de que ella era la señora de Serós, territorio donde se encuentra Avingaña. Su psdre le había dado como dote el día de su boda esta fértil tierra regada por el río Segre.avingania

La primera priora fue doña Guillerma de Villalta, nombrada directamente por la fundadora de la comunidad, como es habitual en la época medieval. La comunidad femenina comienza su andadura en el año 1250, poco tiempo después morirá dola Constanza en ese lugar.

La comunidad durará casi tres siglos y en ella profesan monjas de familias nobles catalanas, como es típico de la época medieval. Encontramos en la comunidad monjas de apellidos tan ilustres como Montcada, Luna o Rives. En el siglo XIV, fue priora de la comunidad Sibila de Moncada, hermana de la reina Elisenda de Moncada. Se enfrentó a diversos pleitos para defender los derechos del monasterio sobre la villa de Vilella. Avingaña fue un monasterio protegido por la realeza. En diferentes etapas de su historia la comunidad acuda el rey o a la reina para hacer valer sus derechos ante abusos de personas externas.

Siempre fue una comunidad estrechamente vinculada a la rama masculina de la Orden. Tal es así que podríamos afirmar que no había diferencia entre este monasterio y las demás casas de la Orden. La priora del monasterio era representada en los capítulos provinciales por un procurador. Incluso se da el caso de la asistencia directamente de la priora en el siglo XV, con doña Francisquina de Moncada. Para atender los asuntos espirituales de las monjas y las celebraciones eucarísticas había uno o varios frailes trintiarios viviendo en el monasterio. Además se conoce la existencia de laicos que donaban sus bienes al monasterio y pasaban a vivir en él ejerciendo trabajos diversos para su manutención. Son los llamados donados.

El año 1529 desaparece este emblemático monasterio de monjas trinitarias pasando de nuevo a las manos de los frailes trinitarios, quienes los perdieron definitivamente en el siglo XIX debido a las leyes de la desamortizaicón.

Siglo XVI: nuevo impulso para la Orden.

Sin embargo en el mismo siglo XVI comienzan a surgir otros monasterio por el resto de la península. El primero será el de Villoruela, en Salamanca, que recientemente ha celebrado sus 500 años de existencia. También se funda el monasterio de Alcalá la Real, Badajoz, Martos, Andújar, Burgos, San Clemente, Villena, La Roda y Medina del Campo. Diez monasterios que sin duda afianzan e impulsan el proyecto monástico trinitario.  Algunos de ellos nacen impulsados por los decretos del concilio de Trento que dirige la vida religiosa a la clausura. Es a partir de este siglo cuando se afianza la clausura impuesta por los Reyes Católicos a finales del siglo anterior en todos los monasterios femeninos, con la obligación, entre otras normas, de colocar rejas en las salas donde se reciben visitas para apartar a las monjas de la gente del exterior. El nuevo concilio, el concilio de Trento, estipula que cualquier mujer con deseos de consagrar su vida lo ha de hacer como monja de clausura. Así pues, algunas casas de religiosas trinitarias se transforman en monasterios de clausura. Un ejemplo de esto es el monasterio de Burgos, que antes de estos cambios había sido una comunidad de religiosas colaborando estrechamente en el hospital que la Orden tenía en este lugar.

La orden se expandirá con fuerza por la corona de Castilla, la provincia castellana de los frailes trinitarios, que en muchas ocasiones están detrás de estas nuevas fundaciones.

 El siglo XVII es para nuestra Orden un tiempo de reformas.

Tanto es así que aparecen hasta tres ramas diferentes de monjas trinitarias, a saber, calzadas, descalzas y recoletas. 

Propiamente dicho, las monjas calzadas no aparecen pues es la rama que viene de lo antiguo y que no es reformada y que continúa con su forma de vida. Se fundan dos monasterios más de esta rama, uno en Valladolid, 1632, y otro en Mocampo (Portugal), 1661.historiamonjas1

San Juan Bautista de la Concepción, reformador de los frailes trinitarios, funda una nueva rama de monjas, las monjas descalzas, a pesar de los impedimentos de sus propios hermanos trinitarios. Así se funda en Madrid el monasterio que hoy día está en la calle Lope de Vega, en 1612. En este monasterio profesa como monja trinitaria, entre otras, sor Marcela Lope de Vega, hija del archiconocido poeta y dramaturgo español del siglo de oro. De este monasterio saldrá una nueva fundación en Lima, Perú, en 1681. De esta forma la orden comienza a expanderse por América.Angela Por último la Venerable Ángela María de la Concepción funda una tercera rama de monjas trinitarias, llamadas recoletas, en el monasterio de El Toboso, en la provincia de Toledo. Tras muchos avatares, sale del monasterio de Medina del Campo y consigue poner en marcha una nueva comunidad en 1680 con el ideal reformador de los tiempos que viven.

 Continúa la expansión de las tres ramas en los siglos XVIII y XIX.

Las tres ramas se expanden, cada una por su lado, fundando en los sucesivos siglos diferentes monasterios. En el siglo XVIII el de Campólide (Portugal), 1721, de la rama calzada y otro de la rama descalza en Concepción (Chile), 1736.

El siglo XIX vio nacer cuatro conventos recoletos: Suesa (Cantabria) en 1860, Noia (La Coruña) en 1871, Laredo (Cantabria) en 1883 y Suances (Cantabria) en 1883.

Este siglo fue difícil con las leyes desamortizadoras para muchos conventos y monasterios; algunos fueron forzados a desaparecer como son el de Medina del Campo, La Roda, Valladolid, Mocampo y Campólide.

Sin embargo en estos siglos los monasterios que subsistieron continuaron su andadura cada una con diferente hábito, mostrando con el diferente diseño de la cruz trinitaria, su pertenencia a una u otra rama.

La unión en el siglo XX.

La orden continuó su expansión con el monasterio calzado de Cálig (Castellón) en 1850 y el recoleto de Quintanar de la Orden (Toledo) en 1957.

Con los aires del Concilio Vaticano II, se pide a las órdenes que busquen la unión. La Orden se toma muy en serio esta invitación y no sin grandes esfuerzos las monjas trinitarias se fusionan en una sola rama, dando pasos importantes como son el aceptar el mismo hábito en el año 1967 y las mismas constituciones en 1972.

En el año 1981 se crea la Federación de la Santísima Trinidad, y  unos años más tarde, em 1988, se realiza una nueva fundación, esta vez en Madagascar, siendo éste el primer monasterio de la Orden en África.

La orden en el siglo XXI

De nuevo la reseña más importante es la fundación de nuevas comunidades en América. Las monjas trinitarias fundan dos comunidades más en Perú: en el año 2007 se funda la comunidad de Marcará, en la diócesis de Huaraz, y en el 2011 la comunidad de Ayaviri, Puno.

Por otro lado el 30 de septiembre del 2014 las monjas fundan la primera comunidad contemplativa en Colombia, situada en Ibagué, Bogotá.