Abrazarte.

A mí me gustaría que no te importase abrazarme

cuando me ves llorar y no sabes por qué,

cuando te esquivo la mirada,

cuando me vengo abajo y palpo mi incapacidad de seguir adelante,

cuando no me atrevo a acercarme a ti,

cuando me callo ideas y preguntas necesarias para mí pero insignificantes a tu parecer,

cuando tengo el día cruzado… o la semana,

cuando veo por tierra mis esfuerzos y mi trabajarme,

cuando no te cuento lo que me preocupa o incomoda.

Cuando me levanto y busco a deshoras esa paz que solo nos das TÚ, Dios,

y que, a pesar de todo, me dice que ya estoy en casa…

 Me gustaría que me abrazases entonces, en mis dudas y miedos, porque es cuando más lo necesito.

Tags: