Dios de Compasión,
Escucha el lamento de los pueblos en conflicto,
haz llegar sanación a quienes sufren por la violencia,
haz llegar consuelo a quienes llevan luto en sus corazones,
fortalece a los países vecinos que acogen y dan la bienvenida a los refugiados,
Convierte los corazones de aquellos que han levantado sus armas contra sus hermanos,
Y concede sabiduría a todos los que se han comprometido por la justicia y la paz.
Dios de Esperanza,
Inspira paz en los corazones de los líderes y guíalos hacia la reconciliación con sus enemigos,
Inspira a todas las religiones y a nuestra Iglesia, que se extiende por todo el mundo, compasión por los pueblos en conflicto y en guerra.
Dios de Fidelidad,
Te pedimos esto por Cristo nuestro Señor,
Príncipe de Paz y Luz del Mundo,
y a través de su madre, María Reina de la Paz.
Amén.
¿Qué podemos hacer? Orar, reunirnos para orar juntos, pedir a Dios que pacifique nuestro propio corazón para ser instrumentos de su Paz. Él envía su espíritu Santo a quienes se lo piden. Por eso desde este monasterio proponemos una oración por la Paz todos los LUNES a las 19:30 h. La oración, como el efecto mariposa, transforma el mundo. Y en eso estamos.