
10 Nov Sábado XXXI del Tiempo Ordinario
“Quien es de fiar en lo poco, lo es también en lo mucho” (Lc 16, 10)
El Evangelio de hoy continúa hablando de administradores y gestiones, y puede que nos resulten unas palabras ajenas a nuestra realidad, pero la verdad es que tocan lo profundo de nuestro ser. Hoy Jesús nos habla de fidelidad, de entrega, de manera especial en lo poco, lo insignificante, en lo que no se ve, en las pequeñas opciones.
Puede suceder que no seamos capaces de reconocer los dones que Dios nos regala de forma particular a cada persona, o nos parezcan poco importantes, y como consecuencia los guardemos en un cajón y los atrofiemos.
Este evangelio de hoy es una llamada confiada de Dios Trinidad a ponerlos en funcionamiento con creatividad, con sencillez, fieles al amor de Dios que es su origen. Es una propuesta de vida honesta y generosa.
También podemos leer en este texto: “Ningún criado puede servir a dos amos, pues odiará a uno y amará a otro, o será fiel a uno y despreciará al otro” (Lc 16, 13). ¿Quién o qué es mi amo? ¿A quién sirvo? ¿Por qué tomo determinadas decisiones en mi vida? ¿Quién o qué me mueve? No podemos ser personas coherentes si no paramos y respondemos a estas preguntas que nos interpelan hoy.
Somos personas llamadas a la libertad. Para ello hemos de optar, en los pequeños dilemas de cada día, en las insignificantes encrucijadas de nuestro camino. No lo hacemos solas. Dios confía en sus hijos e hijas y, por eso, nos hace libres.
Oración:
Trinidad Santa, gracias por todos los dones que nos regalas, gracias por tu confianza en cada ser humano.
Impúlsanos a ponerlos a tu servicio y al servicio de la humanidad.