
20 Oct Sábado de la semana XXVIII del tiempo ordinario
“El Espíritu Santo os enseñará en ese mismo momento lo que debéis decir.”
(Lc 12,12)
El evangelio de este sábado nos invita a posicionarnos a favor de Jesús y a confiar en el Espíritu Santo. Nos sitúa en un ambiente de urgencia y de persecución que era el de las primeras comunidades cristianas. También ahora en algunos países las comunidades cristianas viven en un contexto parecido.
Pero este evangelio nos puede sacudir y despertar a todas, aunque no nos vayan a llevar ante las autoridades ni nos preocupe mucho el fin del mundo. Nos pone delante las veces en que nuestras actitudes dicen que no estamos a favor de Jesús y que no confiamos en el Espíritu. Las veces que disimulamos nuestro compromiso y determinación, que no nos los tomamos en serio, que lo que nos preocupa es cuidar nuestra imagen. Y no solo ante quienes nos ven: también estamos negando a Jesús cuando en nuestro interior creemos que seguirle es demasiado difícil para nosotras, que podríamos si fuéramos de otra manera, pero no así.
Cuando vivimos convencidas de que Jesús está con nosotras, encontramos en él nuestra fuerza. Si solo confiamos a medias, si no esperamos recibir en cada momento justo lo que necesitamos, estaremos tan ocupadas buscándolo por nuestra cuenta que no lo sabremos acoger cuando aparezca como un regalo.
Las Palabras de Jesús son espejo que nos ayudan a ver nuestra vida. Pero no para apartar los ojos avergonzadas, sino para aguantar la mirada y encontrarnos con él.
ORACIÓN
Jesús, no dejes que apartemos los ojos de ti. Así no habrá en nosotras lugar para la vergüenza, la inquietud y la banalidad.